domingo, 25 de septiembre de 2011

DIEZ MINUTOS DE HUELGA

Noticia en EL UNIVERSAL de España el dia miércoles 21 de septiembre de 2011  
Madrid.- La juez que investiga el caos aéreo causado en España en diciembre de 2010 por una huelga salvaje de los controladores aéreos imputó en la causa a toda la junta directiva del sindicato del ramo USCA. 
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Ciertamente el controlador aéreo tiene el gran poder de paralizar a un país entero, lo cual puede perjudicar enormemente a toda la economía en todo el territorio, por lo cual tiene en sus manos un elemento de negociación muy poderoso. Sólo imaginarlo da escalofríos, no sólo la industria se puede detener sino que muchos viajeros se verían enormemente perjudicados, y aunque existe al alternativa de viajar por tierra, muchos pasajeros tienen urgencia y muchas veces el invierno prolongado ha obligado el cierre de carreteras.
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Pero todo poder debe tener un control, de otro modo su abuso puede causar mucho daño a la sociedad. 
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Hemos visto que la gran mayoría de empresas han entrado frecuentemente en huelgas para ejercer presión sobre los patrones acerca de sus peticiones laborales. Cuando esas huelgas han ocurrido muchos nos hemos visto afectados de algún modo, pero muchos otros no; sin embargo, si los aviones dejaran de volar el resultado sería catastrófico.
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Por esta razón la ley, el código laboral, limita las causas posibles de huelga a sólo dos, para el personal que maneja los servicios públicos: el no pago de salarios, o las malas condiciones para el trabajador, de otra manera el cese de actividades es ilegal.
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Recién abandoné mi primer aeropuerto de trabajo, en vacaciones, me informaron que después de ellas debía presentarme a trabajar en otra ciudad. Al terminar mis vacaciones me presenté en el nuevo aeropuerto. Fui recibido por el supervisor de la torre de control de Medellín quien me asignó en entrenamiento de control superficie con uno de mis nuevos compañeros. No me me fué imposible escuchar desde el mismo momento en que entré en la torre de control, los comentarios de varios supervisores acerca de un hecho reciente, pero nunca me atreví a hacer preguntas al respecto.
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Se referían a una huelga relativamente reciente para la cual el sindicato les pidió apoyo pues el único modo como podrían presionar la consecución de objetivos era la aplicación de una presión muy poderosa y ésta sólo la obtendrían por medio de  paro de actividades de controladores aéreos. Eventualmente el sindicato logró sus objetivos, pero más tarde la procuraduría inició una investigación disciplinaria contra el personal de control aéreo que participó por considerar que al entrar en el paro no hubo justificación causal para el personal de control, lo cual demostraron posteriormente, ya que no se había presentado ausencia de pagos salariales o quejas de malas condiciones de trabajo, sino que, en realidad, simplemente habían apoyado un paro del sector administrativo, al cual eran ajenos.
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Los supervisores fueron suspendidos, sin recibir alguna colaboración legal y en consecuencia todo el personal de tránsito aéreo , que se encontraba dentro de él, se retiró del sindicato, y entendió que debería estar en la asociación de controladores, que propendía por el bienestar y logros del personal de tránsito aéreo de una manera menos hostil, acudiendo a canales políticos para negociar sus peticiones, lo cual resultó ser muchísimo más eficaz. El resultado fue que la asociación se fortaleció enormemente a partir de entonces, y los controladores nos convertimos en el patito feo de los aeropuertos que no participaba en las "luchas" laborales, quedando etiquetados como esquiroles.
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En una ocasión se dio la rarísima casualidad de que en una semana se presentó como festivo un viernes y ese viernes coincidía con el final del mes, todos esperábamos el pago el jueves dado que el viernes no habría bancos, sin embargo la auditora decidió no firmar la nómina con la obvia consecuencia de la imposibilidad de cobrar el sueldo, hasta el martes siguiente,además ese día cerraban los bancos mucho más temprano y si pretendían pagar en la última hora del día probablemente no podríamos disponer de nuestro dinero ya que el pago era en cheque y debíamos pasar a cambiarlo al banco en el aeropuerto, al parecer ese era el objetivo. Nunca llegué a conocer las motivaciones de la señora.
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Me encontraba trabajando en la oficina de "radio" y también me encontraba preocupado porque pasaríamos cuatro dias dependiendo del dinero que tuviéramos en el bolsillo, ya que en esos dias no existían los cajeros automáticos en Colombia (era1988). De repente recordé haber leido que sólo el no pago de sueldo justificaba la ejecución de una huelga salí de mi oficina y pasé por la oficina de la auditora con quien mi jefe y el de otra oficina discutían acaloradamente y había en la puerta una multitud expectante, pasé como pude y me acerqué a mi jefe y le dije al oido "Vamos a entrar en huelga" y salí, mientras escuché a mi jefe decirle: "mis muchachos me acababan de decir que entrarán en huelga...."
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Si perder más tiempo corrí hasta mi oficina, al entrar vi que el supervisor no estaba allí, les dije, arriesgando el ser descubierto: muchachos, el jefe quiere una huelga, así que llamen a las bases e informen que no aceptamos más tránsito,avisen a las torres que aterricen lo que tengan en el aire y a las tripulaciones que se quedarán en tierra al aterrizar.
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No sé como y sin cuestionar todos aceptaron y obedecieron la "orden". Yo aún temiendo que las cosas salieran mal crucé los dedos y tome de nuevo mi puesto. Sólo pasaron diez minutos cuando  mi jefe con una amplia sonrisa en el rostro, abrió la puerta y con aire de triunfo nos informó:

-¡Eso es chinos, Ya la auditora firmó la nómina!.
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Cuando se retiró dí la contraorden: llamen a todo el mundo, ya estamos operando, todos obedecieron y el supervisor, quien había entrado después de iniciar el paro y no se había enterado del cese, se me quedó mirando atónito, con los ojos bien abiertos.
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La huelga no demoró ni a un solo avión, pero nos pagaron el sueldo.

miércoles, 14 de septiembre de 2011

PRONOSTICO DE NOVATO


Llegué al aeropuerto El Alacaraván de El Yopal, como es costumbre antes de las once cero cero hora Zulú, o UTC, que es  conocida como de Greenwich, y que en el Yopal eran las seis horas a.m.
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El cielo era azul, ni una nube; hermoso día para volar. corria el año de  1983 y llevaba unos seis meses de estar trabajando en este aeropuerto, el mismo tiempo más un mes hacía que terminé mi curso básico, de controlador de aeródromo en el Centro de Estudios Aeronáuticos. Había volado algunas veces en el puesto del copiloto en algunas rutas visuales a diferentes pistas de los llanos. Volando de “copiloto” había escuchado al piloto llamar a la torre de control y pedirle a mi compañero un “reporte meteorológico actual”, cuando el reporte no había sido muy bueno y algún piloto que escuchaba no estába de acuerdo con el controlador simplemente llamaba a su amigo:
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-Cámbiate a cero cero.
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Con lo cual quería decir : cambia la frecuencia a la misma en que estamos pero con sus ultimas dos cifras iguales a cero, es decir, si estoy en 118,50 megahertz (millones de ciclos por segundo) debo seleccionar la frecuencia118,00  Mhz.
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-Mira si te vas por mata de pantano está mal pero si subes hasta el rio Charte podrás aterrizar sin problemas.
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-Ok- Cambiando a torre de nuevo – torre autorízame el rio charte.
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Esto sucedía porque todos los pilotos sabían que nosotros estabamos recién salidos del curso y éramos inexpertos, por lo tanto no creían en nuestros reportes. éramos, como se dice, NIBRAS o sea NIños de BRAzos, de acuerdo con la jerga de despachadores de vuelos y pílotos.
Aquella mañana no era ese el problema, el clima estaba excelente, CAVOK (Ceiling And Visibility OK, altura de nubes y visibilidad OK). A las ocho de la mañana observé varias nubecitas muy pequeñas distribuidas uniformemente en el cielo. Una hora más tarde ya eran más grandes pero se encontraban más o menos a la misma distancia que antes; una hora más tarde las nubes ya eran del tipo cúmulos castelanus. Aunque en el curso de meteorología nunca nos entrenaron para hacer seguimiento al clima o a hacer pronósticos, noté que las nubes crecían de manera uniforme y paulatina. Una hora después los cúmulus castelanus eran enormes. Por solamente curiosidad llamé al aeropuerto de Trinidad, al oriente de El Yopal y pregunté al controlador de torre cual era su reporte hacia el oeste (hacia el Yopal).
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-Mira Yopalito veo cúmulos.
-Y hacia el noreste?
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-También cúmulos.
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Veía lo mismo que yo veía, así que el “frente” de nubes debía estar desplazándose desde el noreste. Hacia allá están los aeropuertos de Arauca y Tame, llamé a ambos y pedí su reporte hacia al noreste sobre su estación y el suroeste. Tal como lo imaginaba, al noreste el clima era malo y a medida que se alejaba hacia el suroeste mejoraba.
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Decidí tomar el mapa y dibujar zonas de  distribución por tipos de nubes , de acuerdo con lo que me habían informado mis compañeros de los otros aeropuertos. Pude ver claramente como se movía el clima hacia mi estación, casi como si mirara una fotografía  de satélite.
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Pedí otros reportes en otras dos ocasiones y tenía una estimación de la velocidad a la que se movía el “frente “de mal tiempo. Podía calcular que a las tres de la tarde tendría una situación de muy mal tiempo en mi aeropuerto.
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Decidí, entonces, informar a los pilotos en mi frecuencia, desde el mediodía, que a las tres podría cerrarse el aeropuerto por mal tiempo. Debieron reírse y mofarse en sus cabinas. Yo no he recibido formación como meteorólogo, escasamente como observador meteorológico y estaba atreviéndome a hacer un pronóstico y asegurar, además, una hora precisa  de un fenómeno que en ese momento parecía muy poco probable.
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Eran las tres y media de la tarde y al noreste había un cumulonimbus monstruoso con una base gruesa en forma de cornisa, oscura y rodeada de grandes nubes de lluvia. El viento aumentaba en ráfagas. Un avión alcanzó a aterrizar antes de que se desatara la tormenta, le informé al piloto que probablemente no alcanzaría a despegar para su regreso a Bogotá, y el piloto muy cortésmente me  acusó recibo antes de apagar sus motores.
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Más tarde, quince minutos después, se desató un fuerte aguacero con vientos cruzados de hasta treinta nudos ( unos cuarenta y cinco kilómetros por hora) vi salir a los pilotos y a los pasajeros corriendo hacia el avión, aunque faltaban quince minutos para la hora proyectada de despegue, encendiendo motores de afán  aún antes de terminar de cerrar la puerta de acceso a la aeronave. Ya el monstruoso Cumulonimbus  estaba sobre el aeropuerto y era miedosamente bajo, tapando la totalidad de la cordillera.
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-Yopalito, permiso para encender motores y rodar hacia Bogotá, acuerdo plan de vuelo
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-Negativo, aeropuerto cerrado, vientos cruzados de hasta treinta nudos y lluvia fuerte.
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-Erre, Yopalito, cancelamos despegue y pendiente para apertura de aeropuerto.
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A partir de ese día cuando hay mal tiempo en el aeropuerto y le informo  a las tripulaciones acerca de él, nadie había vuelto a decir por el radio: Cámbiate a cero cero.